martes, 2 de marzo de 2010

Encuadre Manchego


El monumento a Pedro Almodóvar se sitúa en el pueblo natal del cineasta, situado en el corazón de la Mancha más profunda, el Campo de Calatrava.
La Mancha es una tierra indefinida e infinita, horizontal y ausente, que marca profundamente a quien vive en ella.
El planteamiento del concurso preveía un monumento que enlazara la tierra natal de Pedro Almodóvar con su obra cinematográfica, marcada por la presencia constante de referencias a la cultura y el paisaje manchego. Así pues, la idea principal del monumento se basaba en hacer un homenaje a la propia Mancha, queriéndoselo hacer en consecuencia al propio Almodóvar.
La figura encuadra, como si se tratara de un fragmento de una película, un “fotograma” del paisaje manchego. De esta manera la línea del horizonte queda secuestrada dentro de la pieza y forma parte de ella. Sus formas escalonadas se inspiran en el foco de una cámara de cine, que a su vez resuelve la accesibilidad y el uso del monumento como punto de encuentro, mirador o escenario para eventos del propio pueblo.
El color rojo es un guiño al propio Almodóvar, que se identifica a si mismo con este color. Los muros de la escultura están impresos con una textura que recuerda a los escenarios de sus películas, dando un aspecto vibrante a los muros, que resaltan sus texturas bajo el Sol abrasador manchego.
Se trata de un pieza de considerables dimensiones (17 metros de longitud, 5 metros de altura,15 metros de luz), esto, junto con el hecho de que el parque donde se ubica esté en un pequeño montículo, le permite tener un gran protagonismo en el paisaje y presidir la entrada del pueblo desde la carretera de acceso.

COSTRUCCIÓN
La pieza está construida con un nuevo hormigón coloreado autocompactante desarrollado por CEMEX que permite ser transportado con toda la mezcla dosificada desde la fábrica, necesitando sólo hidratarlo y amasarlo en la obra mediante un silo transportable. Esto permitió fabricar un hormigón muy específico en lugar muy remoto, donde no había posibilidad de solicitar hormigones especiales. El hecho de poder realizarlo con las dosificaciones exactas permitió una homogeneidad perfecta en la coloración de las distintas tongadas, evitando así los posibles errores de dosificación de aditivos y colorantes.
Se eligió el hormigón autocompactante por la capacidad que tiene de reproducir texturas de manera fiel y por la facilidad de colocación, dada la densidad de armaduras que tiene el pórtico resistente. A su vez, el hecho de no necesitar vibrado evitó la segregación del hormigón.
Las texturas se realizaron colocando en el propio encofrado de panales fenólicos unos relieves de poliestireno expandido, consiguiendo también diferentes texturas y marcando de manera más eficaz las formas.

POKER