miércoles, 24 de febrero de 2010

El Prendimiento


El Prendimiento, culminación de la traición de Judas en la tarde del Jueves Santo, constituye, en su evocación, un aspecto destacado de nuestra Semana Santa calzadeña.

Por la mañana, la sección de Soldados Romanos, popularmente conocidos como "Los Armaos", inicia sus preparativos para cumplir la orden que dictará el Sanedrín. Hay que cumplir "El parte del Pontífice Caifás", y el primer paso es la jura de bandera, que realizan, previa arenga, con toda solemnidad en la plaza de España, centro y eje de la vida calzadeña. En este mismo escenario por la tarde y antes del Prendimiento es donde Judas, representado por un "armao" hace "El Vendimiento" de Jesús por las treinta monedas.

El acto del "Vendimiento" forma parte del desfile que precede a "El Prendimiento". La comitiva, compuesta por los "blanquillos", con sus túnicas y capillo; los "Armaos" y la banda de cornetas y tambores llegan al patio de San Francisco, conocido como El Convento, que por unos momentos se constituye en Huerto de los Olivos. Allí, ante un numeroso público, se desarrolla el Prendimiento propiamente dicho.

Preside la ceremonia el paso de Jesús orando o de Los Olivos. Y con el protagonismo principal de la Sección de Armados, y muy especialmente uno de ellos, llamado "Miñaca", se escenifica este pasaje evangélico de la Pasión recitando El Parte.

Tanto el acto del Prendimiento como la Lectura del Parte forman parte del acervo cultural de Calzada, hasta tal punto que ir al Prendimiento es algo obligado en la tarde del Jueves Santo. Muchas de las frases de El Parte se han integrado en el leguaje coloquial calzadeño, empleándose como muletillas y con la significación, a veces, muy diferente de su primitivo sentido. Así, es corriente oír:

-¿A quién buscáis?
-¡Pues tú mismo lo has de atar!
-¡Hermanos míos no tengáis temor!
-Acabo de recibir un parte
-¡Aquí lo tenís!

POKER